Hay trabajos de los que cuesta desprenderse, y este es uno de ellos. El que vaya a parar a manos de personas como Mariano y su mujer, que valoran como pocos todo el trabajo y tradición que hay detrás, hace que me tranquilice bastante. Se trata de un mueble para guardar cucharas, en madera de cerezo del país. El mueble esta diseñado y elaborado por Alfonso Arteaga, de la carpintería Arteaga de Artieda, uno de los pocos carpinteros realmente "finos" que conozco y que mima su trabajo como nadie. Las 24 cucharas de boj son reproducciones de modelos antiguos encontrados en la Garcipollera, Biel, Ansó, Garde, Hecho, Roncal, Barbastro y Badagüas. Ha sido el trabajo de prácticamente todo el otoño. Que las disfrutéis muchos años, la historia que hay detrás y el fin al que van destinadas merece realmente la pena.
“ ...Y es que mi amigo y el boj son como la flor y el grano, que no pueden vivir el uno sin el otro, lo que hace que siempre lleve en el bolsillo del pantalón una navaja de mango de hueso y, en el de la chaqueta, un palo de aquella madera que va camino de convertirse en cuchara. Equipaje perpetuo que lleva a preguntarse si la buxina, la hormona del boj, anda liada a las espirales del ADN de mi amigo desde la noche más oscura de estas montañas.” Enrique Satué. El Pirineo de boj.
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