Termino, por fin, un trabajo que comencé hace unas semanas: reproducción de unos pitos o pulgaretas encontrados en el valle de la Guarguera, sun duda los más bonitos que he visto nunca. Representan la cabeza de un pájaro, posiblemente un gorrión. Madera de boj.
“ ...Y es que mi amigo y el boj son como la flor y el grano, que no pueden vivir el uno sin el otro, lo que hace que siempre lleve en el bolsillo del pantalón una navaja de mango de hueso y, en el de la chaqueta, un palo de aquella madera que va camino de convertirse en cuchara. Equipaje perpetuo que lleva a preguntarse si la buxina, la hormona del boj, anda liada a las espirales del ADN de mi amigo desde la noche más oscura de estas montañas.” Enrique Satué. El Pirineo de boj.
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