sábado, 29 de agosto de 2015

Saleros en madera de cerezo y boj, copias de uno antiguo de aproximadamente la mitad de su tamaño original, para que resulten más prácticos y funcionales. Estos saleros permitían que no se apelmazara la sal ya que la madera absorbía la humedad de esta. Dos pozas para sal gorda y fina.