Hace unos años, dando una vuelta por el valle de Laruns en Francia, me encontré un pastor que estaba haciendo mantequilla y la recogía con una cuchara parecida a esta. Me la dejó para copiar el modelo pues me llamo la atención el cazo tan grande y el mango tan corto que introducía entre los dedos corazón y anular cuando la usaba. Luego hice alguna variante con "secretos".
“ ...Y es que mi amigo y el boj son como la flor y el grano, que no pueden vivir el uno sin el otro, lo que hace que siempre lleve en el bolsillo del pantalón una navaja de mango de hueso y, en el de la chaqueta, un palo de aquella madera que va camino de convertirse en cuchara. Equipaje perpetuo que lleva a preguntarse si la buxina, la hormona del boj, anda liada a las espirales del ADN de mi amigo desde la noche más oscura de estas montañas.” Enrique Satué. El Pirineo de boj.
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